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Con motivo de la Campaña Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres 2023, la Red Internacional de Mujeres y Reducción de Daños (WHRIN) y Metzineres en colaboración con otras organizaciones como YouthRISE, EuroNPUD y EWNA, pedimos que se ponga fin a todas las formas de violencia contra las mujerxs y personas de género diverso que usan drogas, así como mejorar las políticas de drogas desde una perspectiva feminista, de derechos humanos y reducción de daños.

Las mujerxs y personas de género diverso que usan drogas están sujetas a una amplia gama de violencias, muchas a niveles extremos, debido a las normas patriarcales combinadas con la prohibición punitiva de algunas drogas. El estigma impulsado por el Estado, la criminalización, las normas de género perjudiciales y la corrupción generan daños sustanciales en la salud y seguridad. Estos factores actúan como barreras entre ellxs y los servicios de reducción de daños y de atención a la violencia de género.

Las mujerxs y personas de género diverso que usan drogas experimentan violencia machista hasta 25 veces más que el resto. Esta violencia incluye, entre otras, asesinatos extrajudiciales, pena de muerte, esterilización y abortos forzados y coercitivos, violación, acoso sexual, pérdida de la custodia infantil, encarcelamiento por posesión o uso personal de drogas y penalización por uso de drogas durante el embarazo, junto con otros tipos de violaciones, estigma y discriminaciones de género.

Mujerxs y personas de género diverso que usan drogas en todo el mundo se enfrentan a detenciones arbitrarias, extorsión, violencia policial, tortura y maltrato; más de un tercio de las mujerxs que están en prisión es por delitos relacionados con drogas y el encarcelamiento de mujerxs por delitos de drogas ha aumentado un 53% a nivel mundial desde el año 2000.

Debido a la llamada "guerra contra las drogas", lxs supervivientes tienen pocos recursos y a menudo no cuentan con apoyo, especialmente en casos de violencia por parte de la policía, guardias de prisiones y personal de centros de "tratamiento" obligatorio. Las experiencias de violencia contra las mujerxs que usan drogas son aún más extremas para aquellas que enfrentan opresiones interseccionales, como las mujerxs racializadas, trabajadoras sexuales o mujeres trans. Además, lxs jóvenes enfrentan más barreras para acceder a servicios esenciales de salud y reducción de daños debido a políticas y leyes sobre restricciones de edad.

WHRIN, Metzineres y el resto de entidades señalamos, ya que trabajamos junto a mujerxs y personas de género diverso que usan drogas y documentamos acciones y servicios liderados entre iguales, que las respuestas apropiadas a estas desigualdades y violaciones son claras:

• La participación significativa de la comunidad debe ser la piedra angular de todas las respuestas de buenas prácticas en el desarrollo de servicios de violencia de género, ya que la criminalización del uso de drogas se erige como una barrera principal entre las mujerxs y personas de género diverso que usan drogas y la consecución de los derechos humanos, incluido el derecho a la seguridad, el acceso a la reducción de daños y otros servicios sanitarios esenciales.
• También es imperativa una descriminalización que elimine todas las sanciones y castigos, incluidos los programas de tratamiento impuestos por coacción o un tribunal, para todas las personas que usan drogas y para todo tipo de drogas. Una descriminalización adecuadamente implementada reduciría el estigma y la violencia asociadas a la "guerra contra las drogas".
• La expansión de la reducción de daños y la inclusión de la prevención y mitigación de la violencia también son fundamentales, así como también los servicios de apoyo con perspectiva de género y apropiados para cada edad.
• También es importante señalar que la salud sexual y reproductiva se promueve actualmente como un servicio esencial adicional que debe incorporarse dentro del conjunto de servicios de reducción de daños para personas que usan drogas, y que la prestación de servicios con buenas prácticas integra servicios especializados en la atención a las violencias. 

Metzineres y WHRIN, EuroNPUD, YouthRISE y ENWA hacemos un llamado para poner fin a la "guerra contra las drogas" y a la violencia contra las mujerxs y personas de género diverso que usan drogas. La legislación y los principios legales, procedimientos, políticas, programas y prácticas relacionadas con la justicia penal deben ser revisados para determinar si son adecuados para prevenir y eliminar esta violencia. Si se encuentra que tienen un impacto negativo, deben modificarse para garantizar que las personas que usan drogas disfruten de un trato justo e igualitario.

Uníos a nosotrxs para garantizar que los recursos y los marcos legislativos respalden la seguridad y los derechos humanos de las mujerxs y personas de género diverso que usan drogas!

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